En Chicago ocurren, cada año, muchas cosas importantes.
Entre las que merecen la pena resaltar, se encuentra, en la última edición del evento, la presentación del Dr. Francisco Arredondo.
América Latina es, sin lugar a dudas y lejos de los cambios sociopolíticos de la última década, un claro exponente de la diferencia de clases en este planeta.
En su ponencia, Arredondo, destacó como, en los últimos tiempos, las enfermedades endémicas se han extendido mundialmente, fruto de la globalización y la ausencia de políticas públicas claras de salud en las zonas más vulnerables.
Un uso más adecuado de los elementos del diagnóstico por imágenes a fin de alcanzar estudios efectivos, son imprescindibles en regiones como la Latinoamericana.
Datos claros, vislumbrar problemas y situaciones específicas, son el primer paso para el cambio y por eso uno de nuestros principales objetivos es apoyar iniciativas como la del Dr. Arredondo que ayudan a reflejar la realidad continental.
Las patologías endémicas, al igual que la economía mundial, tienen trascendencia cada vez más relevante y veloz.
Quizás, dos siglos atrás en la historia, no hace tanto tiempo, el promedio de vida humano rondaba los cincuenta años.
Obviamente, el profundo avance de la ciencia aumentó la expectativa de vida.
La velocidad del cambio se hace más palpable pensando, sencillamente, en que apenas hace poco más de cien años, Wilhelm Röntgen comentaba a la comunidad científica acerca de un nuevo tipo de rayos.
Debemos contribuir a mejorar la calidad de la información para que la vorágine de los acontecimientos no nos lleve por delante.
Hasta siempre
Ezequiel Domb