El Dr. Alfredo Buzzi es el flamante presidente de la SAR (Sociedad Argentina de Radiología). En esta charla con Revista Diagnóstico comentó detalles respecto de la gestión que llevará adelante en la institución y se permitió, a su vez, analizar la situación de la especialidad en el país.
Podríamos comenzar la charla dialogando respecto de expectativas y objetivos de la gestión que llevará adelante por los próximos años en la SAR
La idea es profundizar las tareas que se están realizando en diferentes áreas para continuar trabajando en la misma línea.
Hay un evento muy importante para nosotros que se desarrollará en Marzo y en el cual tenemos todos los sentidos puestos: el próximo Congreso de la Sociedad Europea de Radiología, que se desarrolla en Viena.
En esta oportunidad se ha elegido a la Argentina como país invitado al evento. Se trata de una sesión especial que el Congreso Europeo realiza todos los años donde llevan adelante esta acción con países emergentes para que organicen y coordinen una sesión científica completa.
Es un orgullo para nosotros, porque implica un reconocimiento a varias cosas, y entre ellas, al nivel médico de nuestro país. Este hecho es el resultado de, por lo menos, diez u once años de una fuerte política responsable y de crecimiento de la SAR hacia el exterior. Una bisagra para Argentina fue el Congreso Mundial que se realizó en el país en el año dos mil. Eso nos hizo visibles en el mundo y, a partir de allí, los distintos presidentes de la SAR han sostenido, con mucho esfuerzo, una presencia activa en el exterior, científica y socialmente hablando.
Vamos a contar con un stand muy importante. Nos hemos esforzado mucho para que haya mucha presencia argentina dentro del congreso, con degustaciones de vinos y espectáculos de tango. El comité organizador del congreso nos ha otorgado una serie de becas y nosotros hemos conseguido varias más, que asignamos a médicos jóvenes. Así es que, pensamos participar con una delegación mínima de sesenta personas.
Otro evento importante a nivel internacional va a ocurrir en el mes de noviembre en Chicago, en el congreso de la RSNA en Chicago. Los norteamericanos están haciendo desde el 2009 un evento similar en su congreso, y Argentina ha sido seleccionada a participar en ese evento en 2010.
¿Qué proyección se puede hacer, en términos de resultados positivos y concretos, respecto de un logro de esta magnitud a futuro, para el desarrollo cotidiano de la radiología en Argentina?
Uno de los objetivos al que me gustaría continuar apostando desde mi gestión, es conseguir que el radiólogo argentino vea en la SAR algo que le es útil. Una sociedad que le sirva desde muchos aspectos. Y uno de esos aspectos es éste: sentir el orgullo de pertenecer a una entidad que es respetada y valorada internacionalmente, con todo lo que ello significa. Ya tenemos convenios firmados con varios países, tanto de América como de Europa, y esto es importante porque permite que radiólogos argentinos jóvenes puedan realizar pasantías u obtener becas en el exterior. También intercambiar revistas u otro tipo de información. A su vez, tiene que ver con la presencia en el congreso argentino de profesores de alto nivel internacional. Esto forma parte de uno de los servicios que la SAR debe darle a sus socios.
¿Cómo se articula su trabajo como radiólogo con el hecho de iniciar una gestión como presidente de la SAR? ¿Qué puede transmitir respecto de su experiencia de labor cotidiana?
Me formé en el hospital público, al que considero mi padre espiritual ya que le debo mucho de lo que soy, tanto por la experiencia laboral, como por los maestros que tuve allí.
Terminada mi residencia y la jefatura de residentes, había ganado un cargo de médico de tomografía computada en el Hospital Ramos Mejía, donde me formé y, por distintas circunstancias, tuve que irme de allí. Conseguí la oportunidad de trabajar en una empresa privada dedicada a tomografía computada y resonancia magnética, Emprendimientos de Salud, un lugar que iniciamos médicamente mi amigo Walter Redondo y yo. Después, Redondo se fue a vivir a Bariloche. Era una empresa chica, dueña de los Servicios tercerizados de tomografía computada y resonancia magnética de dos importantes hospitales de Buenos Aires, donde trabajé del año 1992 al 2004. Cuando yo me fui, la empresa ya había crecido mucho y conté con la suerte de realizar una experiencia importante en el área del gerenciamiento, ya que manejaba los servicios y mantenía la relación con los colegas jefes de los otros servicios y con los directores médicos de los dos hospitales.
Uno de mis maestros en el Hospital Ramos Mejía fue el Dr. César Gotta, con el que tengo una amistad personal y varios intereses en común. Hemos realizado muchos trabajos en conjunto, inclusive en el extranjero llevando, entre otras cosas, la historia de la radiología argentina al exterior. Gotta es uno de los Directores de Diagnóstico Médico y, desde hacía tiempo, teníamos en mente que yo me incorporase a la institución. Finalmente esto se pudo materializar en el año 2004, donde pasé de trabajar en una empresa que contaba con cincuenta empleados a una que tiene trescientos, y con un alto flujo de pacientes. Para mí significó un desafío profesional muy importante y, luego de cinco años, estoy conforme con la gestión que hemos llevado adelante y entusiasmado para seguir creciendo.
En base a su experiencia, entonces, ¿cuáles cree que son las virtudes y cuáles las necesidades del radiólogo argentino?
Por lo pronto, a favor, creo que el nivel médico es de primera y prueba de ello es la invitación al congreso de Viena. En general toda la medicina argentina se caracterizó siempre por su alto nivel. Es un desafío poder sostener una oferta importante de información y material a los radiólogos argentinos para que sigan formándose y perfeccionándose.
Considero que tenemos que poner un poco más de énfasis en lo que es el gerenciamiento medico, conseguir que los médicos se involucren más con éstas tareas. Inclusive desde lo personal: aprender a gerenciar tiempo, aptitudes y recursos.
¿Cómo se transmite esta inquietud en el área del gerenciamiento?
Con cursos, y transmitiendo la experiencia de quienes desarrollamos la actividad en ese campo. Además, que la persona más allá del trabajo de campo, se capacite formalmente. Durante cuatro años seguidos se hizo en el Congreso Argentino de Radiología un curso de gerenciamiento a cargo del Dr. Pablo Ros, por un convenio con la Universidad de Harvard.
Manejarse correctamente en esta área puede ser la diferencia entre que el proyecto vaya bien o vaya mal. En un país como Argentina que sufre constantes tensiones sectoriales, esto es clave, porque tiene que ver con los recursos: cualquier mejoramiento tecnológico que se quisiera aplicar se encuentra en moneda extranjera. Precisamente, se debe evaluar cómo obtener esos recursos para realizar las actualizaciones tecnológicas; recursos que se perciben en moneda nacional, con la diferencia de valores que eso implica. Además, por ser empresas de servicios la mano de obra tiene un alto impacto en los costos. Hay decisiones que se deben tomar constantemente y, para llegar a buenos objetivos, la capacidad de gerenciamiento es algo básico.
¿Cómo se articula la relación con las empresas que desarrollan los equipos, en este marco?
La SAR tiene una excelente relación con las empresas del sector, y la ha tenido siempre. El apoyo fue constante. Precisamente, en Chicago (RSNA) hemos visto esto materializado otra vez, ya que muchas de ellas nos han conseguido recursos de sus casas matrices para financiar la participación en el congreso de Viena.
Esta nueva comisión directiva se ha puesto el objetivo de emprolijar la relación de la SAR con las empresas, en el sentido de profesionalizar más el vínculo. Iniciamos un proyecto que las empresas conocen porque se lo hemos transmitido en nuestro último congreso en Buenos Aires y que implica el ofrecimiento de distintos paquetes con distintas formas de apoyo. Esto, ayudará a plantear una relación aún más transparente y de mutuo beneficio.
El resguardo del ejercicio profesional, es otro ítem en el que la nueva gestión hará hincapié. Esto no tiene que ver únicamente con el ejercicio profesional de cada médico radiólogo particular, sino de distintas empresas frente a los financiadores o frente al estado. Históricamente la Asociación Médica Argentina, que es la asociación madre que reúne a todas las sociedades médicas, tenían prácticamente prohibida la actividad que ellos denominaban gremial dentro de las sociedades científicas. Hoy, esta situación, se modificó enfáticamente al punto de que se cambió el estatuto de la AMA. Hoy día, ese estatuto establece que las sociedades tienen la responsabilidad de ocuparse. Creo que esto forma parte de los servicios que la SAR tiene que ofrecer a sus afiliados.
Otro aspecto que me gustaría enfatizar respecto de nuestra gestión, es el que tiene que ver con la apertura hacia el interior de Argentina. Se ha hecho un trabajo excelente hacia el exterior, muy importante, y llegó el momento de extendernos al interior del país. En esta comisión hay dos miembros que son del interior del país, y hemos creado una Subcomisión de Intereses Regionales en la que hay cinco miembros que representan a cada una de esas cinco regiones en que se divide el país. Ellos, serán la voz para acercar a la SAR la problemática y necesidades de esos sectores. Hemos incluido una sesión dentro del Congreso Argentino de Radiología que será llevada adelante por las Sociedades de Radiología del interior, y pensamos mantenerla durante todos los años.
Finalmente, queremos insistir con la educación. Estamos convencidos de la importancia del conocimiento y vamos a armar, a tal efecto, una serie de cursos tanto virtuales como presenciales en Capital Federal y en el interior del país, que cubran las inquietudes y necesidades en cada región. De la mano, va el programa de Certificación y Recertificación Profesional. El Consejo Nacional de Evaluación en Diagnóstico por Imágenes (Co.Na.E.DI.) es un ente mixto que está formado por cuatro miembros: dos de Capital Federal y dos del interior del país, y que está llevando desde hace muchos años el programa de certificación con mucho esfuerzo. Hoy en día, el proceso de certificación se puede realizar completamente on-line. El desafío de este año, es poder certificar a los centros y no solo a las personas. Es algo voluntario, desde ya, pero creemos que habrá buena recepción porque estamos seguros de que es igualar para arriba. Tenemos que reposicionar a la especialidad dentro del ambiente médico, algo que es muy importante. Los colegas de las demás especialidades deben revalorizar la importancia del diagnóstico por imágenes en el manejo del paciente, y también debe saberse dentro de la población en general.