La doctora Marina Ulla es médica especialista en diagnóstico por imágenes del sector tomografía multislice del Hospital Italiano de Buenos Aires.
En esta entrevista con Revista Diagnóstico, desarrolla los puntos salientes del importante trabajo que llevan adelante en el servicio respecto de malformaciones congénitas en cardiología infantil.
A su vez, detalla la importancia de la labor cotidiana interdisciplinaria en la institución.
Podríamos comenzar dialogando acerca del trabajo que realizan en malformaciones congénitas y su presentación a nivel internacional…
Presentamos el trabajo que estamos realizando en cardiología infantil para malformaciones congénitas y fue aceptado en el Congreso Europeo de Cardiología celebrado en Viena el año pasado.
Hay muy poco publicado respecto del tema, dado que se trata de pacientes muy chicos, con patologías congénitas muy complejas.
La presentación fue realizada en conjunto entre el Servicio de Obstetricia y el de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Italiano de Buenos Aires para mostrar esta unidad de trabajo, la labor interdisciplinaria aplicada a estos problemas.
Estos pacientes son bebés que deben ser operados sí o sí por la severidad de sus cardiopatías.
Se trata de intervenciones tan complejas que el cirujano debe hibernar a los pacientes.
Esto implica que el cirujano debe operar contra reloj; cuenta con media hora, cuarenta minutos para intervenir porque, pasado ese lapso de tiempo, el paciente puede sufrir consecuencias neurológicas.
Con este marco, es muy importante para el cirujano tener una vista tridimensional y anatómica respecto de qué se va a encontrar cuando intervenga.
Es necesario planificar el abordaje quirúrgico.
El profesional llega a la operación con un panorama que le permite tener en cuenta pequeñas variantes anatómicas, cualquier estructura vascular que pase por detrás del esternón, distancias de los órganos y demás.
¿Cómo es el trabajo en imágenes para llegar a este objetivo?
Esto se basa en una adquisición tomográfica que requiere inyección de contraste endovenosos para ver estructuras vasculares.
Esto, antes de la tomografía multislice, había que realizarlo mediante angiografía digital, un procedimiento totalmente invasivo.
Ahora, con la tomografía, la duración y complejidad del estudio son menores. La adquisición de imágenes se realiza en solo cinco segundos.
El bebé ingresa al servicio, se le hace una anestesia, se realizan las imágenes y se retira. Un total de quince minutos, como máximo.
Una vez obtenidas las imágenes se reconstruye la anatomía entre el radiólogo y el cirujano que llevará adelante la operación.
¿Con qué tipo de equipo realizan este trabajo de imágenes?
Es un tomógrafo Toshiba multislice de sesenta y cuatro filas. Estos estudios se están realizando con 1 a 2 mSv de radiación, que es una dosis bastante baja. Lo que se hace es poner en una balanza costo-beneficio; el beneficio que puede reportar versus el riesgo que puede correr en el procedimiento. Hay que tener en cuenta que estos estudios se realizan frente a pacientes que padecen cardiopatías congénitas muy complejas. Realizamos estudios a chicos desde media hora de nacidos hasta niños más grandes, incluso con controles posquirúrgicos.
Nosotros estamos en contacto con otros grupos, tanto en Japón como en Estados Unidos, que están llevando adelante estos estudios. Intercambiamos casos y cosas técnicas y comprobamos que no hay mucho realizado y publicado al respecto. Actualmente contamos con una casuística más extensa y estamos preparando un trabajo para presentar en una publicación a nivel internacional. En la actualidad llevamos 22 casos en el transcurso de un año y medio desde que se instaló el tomógrafo.
Una ventaja muy importante con la que contamos en el Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Italiano es el poder encarar estos proyectos y hacer frente a la labor cotidiana desde un concepto multidisciplinario. Es muy rico lo que se puede obtener cuando uno trabaja e intercambia con las diversas especialidades.
¿Qué presentarán en el próximo congreso de RSNA?
Nos aceptaron un trabajo que forma parte de una técnica bastante novedosa que realizamos en el hospital y que se trata de la Neumo TC para el estudio de estenosis esofágicas.
Se dilata el esófago con aire y se estudia la estenosis esofágica.
Esto es muy importante para que los cirujanos conozcan el compromiso de la región del cardias.
Es un estudio en el que se hace todo: se estatifica al paciente, se logra una muy buena distensión del esófago y se comprueba su extensión hasta la región cordial.
Esto fue aceptado como presentación oral en el próximo congreso RSNA y allí iremos con un equipo de gente del servicio.
¿Qué ventajas considerables en el trabajo cotidiano, encuentran a partir de la implementación del proyecto multimedia que lleva adelante el Hospital Italiano de Buenos Aires?
La verdad que, como todo cambio, implica un periodo de adaptación y de sortear algunas dificultades técnicas y de manejo de los procesos.
Una vez atravesada esa etapa es maravilloso. Tanto para nosotros como para el resto de las especialidades es fundamental poder ver las imágenes on line, ni bien se realiza el estudio. Se pueden enviar en el momento a los médicos solicitantes. Y la historia clínica informatizada es fundamental para el radiólogo ya que puede conocer todos los estudios que se ha realizado el paciente previamente, su evolución, que especialidades visitó, lo resultados anteriores, etc. Todo el hospital está intercomunicado.
¿Cuál es, a su criterio, el próximo avance importante en lo que refiere al diagnóstico por imágenes?
Lo que se viene es la imagenología molecular a partir de las imágenes de PET y el tema de los contrastes. El desarrollo de nuevos contrastes que, mediante la tomografía, por ejemplo, permitan acceder a la vista de la biología molecular. El futuro viene con las aplicaciones en ese sentido, sin duda.
