Durante el mes de noviembre, se realizó en Buenos Aires un Simposio Internacional de Imágenes en la Mujer, organizado por TCba y auspiciado por la ISUOG. Uno de los prestigiosos invitados al evento fue el doctor Waldo Sepúlveda, quien es médico obstetra especializado en medicina materno-fetal. Actualmente desarrolla su trabajo en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de Clínica Las Condes y la Universidad de Santiago de Chile. Revista Diagnóstico asistió al evento y dialogó con el profesional acerca de la especialidad.
¿Qué charla se acercó a compartir a este evento y cuál es el tópico principal de la misma?
Me tocó dar el tema de screens en el primer trimestre del embarazo que, en teoría, es una de las ecografías más importantes que existen en este momento para evaluar la condición del embarazo. Primero, es un examen que nos permite ratear muy bien al embarazo, saber perfectamente bien la edad personal, evitar el riesgo de adelantar el parto o atrasarlo, etc. Segundo, nos permite medir una serie de factores para estudiar el riesgo de una enfermedad genética, dentro de las cuales una de las más importantes es el Síndrome de Down y, actualmente, hemos tenido resultados que superan el 90% de detecciones a esta fecha. Así que, por una parte, podemos informarle a la gran mayoría de las mujeres que su feto viene sano, pero a las que vienen con algún problema genético, tratar de detectarlo. Y, tercero, nos permite hacer ya un estudio de la anatomía del bebé. Antes lo que se hacía en el segundo trimestre, en el quinto mes de embarazo, se está ahora trasladando completamente: somos capaces de detectar casi un 60% de las malformaciones fetales como labio leporino o como problemas de espina bífida, problemas en el diafragma, o problemas en la obstrucción de la vía urinaria. Esta es una ecografía enormemente importante que nos comanda el resto del cuidado prenatal.
¿Y ese avance en esa detección tiene que ver con el desarrollo tecnológico, con los nuevos equipos?
Sí, hay dos factores importantísimos: el primero es que la tecnología digital ha permitido un desarrollo mucho más importante en la imagen propiamente, tal es así que, entonces; con los nuevos transductores y los nuevos equipos, las imágenes son enormemente precisas y tienen definitivamente una resolución que nos permite examinar completamente un bebé. Lo segundo es, también, la técnica del médico que está realizando el examen, porque hay que tomar cortes apropiados, hay que examinar el bebé en ciertas posiciones, porque demanda un poco de preparación, ya que estamos hablando de bebés que miden 6 ó 7 cm. de largo. Resulta muy difícil encontrar la mayor parte de la estructura y los datos. Y tienes que contar con un profesional idóneo que sepa reconocer lo normal y lo anormal en esta fecha.
¿Cómo se está manejando precisamente la educación médica en pos de este objetivo, tanto en Chile, en el marco de la realidad de la especialidad en Latinoamérica?
En general, el nivel profesional nuestro a nivel de Latinoamérica está muy a la par con los parámetros que se pueden encontrar en prácticas de Europa o de Asia. Definitivamente estamos en un nivel bastante aceptable y se cuenta con la tecnología adecuada para poder darle un curso bastante importante a la práctica médica. En este momento, la mayor parte de la enseñanza es a través de cursos específicos y de simposios y congresos, como en el que estamos participando en este momento. La mayoría de la gente que viene son profesionales formados, que se acerca para reafirmar los conocimientos que tienen y, por otra parte, médicos residentes que se están iniciando en el conocimiento de esta patología o de esta técnica y que, en el fondo, refuerzan y aprenden cómo poder aplicarla en sus futuras prácticas aquí.
¿En qué instancia se encuentra el exitoso libro Ultrasonografía en Obstetricia y Diagnóstico Prenatal, del cual es coautor junto a los doctores Andrés Mejides y Daniel Cafici? Se había hablado de la posibilidad de realizar una edición actualizada
Sí, bueno, afortunadamente, el libro ha tenido una gran difusión en Latinoamérica; hay varias escuelas de medicina que lo han incorporado dentro de su plan de formación y hasta el momento se han realizado cinco reimpresiones.
Así que hemos tenido una gran aceptación en cuanto a utilizar este libro porque está escrito como uno de los pocos libros de la parte de ultrasonido prenatal, por médicos latinoamericanos. Eso nos ha permitido tener un lenguaje, una comunicación mucho más fluida y así poder presentar nuestros problemas. Por supuesto que el autor principal de este trabajo es el Dr. Cafici, que es argentino y fue presidente de la SAUMB, así que estuvo muy ocupado con sus labores administrativas a nivel de la sociedad. Ahora que se encuentra con un poco más de disponibilidad, esperemos que nos de el impulso para sacar la segunda edición.
¿Se encuentra trabajando en este momento en algún proyecto de investigación que nos quiera comentar?
Sí, en general, nosotros tenemos dos proyectos de investigación bastante importantes. Lo primero es la masificación del estudio del primer trimestre en Latinoamérica, acerca de lo cual ya hemos publicado varios de nuestros trabajos en revistas de alta circulación internacional, así que estamos informando y colocando al día toda la información que tenemos en este momento, y la estamos recolectando y publicando. Uno de los trabajos importantes que hemos realizado es describir la técnica para la detección de problemas de labio leporino y paladar en el primer trimestre del embarazo. Lo que era antiguamente una técnica muy difícil de poder lograr, nosotros la hemos simplificado y tenemos un trabajo publicado en la revista Ultrasound in Obstetrics and Gynecology que va a salir en los próximos meses, donde explayamos cómo hacer posible que el diagnóstico de labio leporino y paladar hendido sea realizado en el primer trimestre. La técnica es realmente simple, va a estar disponible en 1 ó 2 meses en Internet y ese ha sido uno de los grandes aportes que hemos hecho en este momento. En lo otro en que estamos trabajando es en la patología del embarazo gemelar, ya que esta patología es un problema obstétrico serio. A medida que hay más mujeres que tienen acceso a problemas de fertilidad y a tratamiento de problemas de infertilidad, el número de embarazos gemelares va en aumento. A medida que la población envejece, también hay más probabilidades de que en forma espontánea hayan más embarazos gemelares, así que estamos avocados al tratamiento de problemas específicos de este tipo de embarazo, muchos de esos embarazos que comparten la misma placenta que se llaman monocorial en los cuales desarrollan problemas como transfusión feto fetal o restricción selectiva al crecimiento fetal, y en ese hemos hecho aportes importantes con una línea de investigación bastante fuerte y nos ha ido muy bien en nuestros resultados en tratamiento y en evaluación.
¿Y en cuánto a la actividad en Chile, específicamente, que no puede señalar?
Yo fui presidente de la Sociedad Chilena de Ultrasonido en el período pasado y en este momento me mantengo como director y past-president de la sociedad. Actualmente nosotros tenemos un Congreso al año, donde realizamos bastante contacto, fundamentalmente, con la gente de Mendoza; recibimos muchos profesionales médicos de la provincia de Mendoza que participan en nuestro congreso. Tenemos invitados, muchas veces argentinos, y ahora hemos hecho los contactos pertinentes para invitar a la gente que participó de este simposio a nuestra actividad.
La sociedad chilena está en una situación bastante saludable, tenemos 180 socios activos que participan en todos nuestros congresos, realizamos congresos nacionales de aproximadamente 400 personas, así que estamos muy contentos con el resultado.