A finales de 2011, Philips en conjunto con Galeno y Sanatorios la Trinidad realizó un evento abierto a la comunidad titulado “Sé parte de salvar una vida”.
La iniciativa que contó con la presencia de aproximadamente 100 participantes, se compuso de varias actividades destinadas para crear conciencia a la comunidad sobre el papel de todas las personas ante un evento de muerte súbita, además de educar al público sobre cómo hay que actuar para ayudar ante un imprevisto caso de estos.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en la población adulta siendo la muerte súbita cardíaca una de sus manifestaciones, donde a razón de una fibrilación auricular se produce un fallecimiento inesperado dentro de la hora en que se producen los síntomas.
El 95% de las muertes súbitas suceden fuera de los hospitales: son personas aparentemente sanas o estables que están realizando sus actividades cotidianas e intempestivamente sufren una falla cardíaca; en la mayoría de los casos, mientras los espectadores reaccionan y llaman al servicio de emergencias, la persona que presenta los síntomas muere esperando la ayuda.
En este punto, el factor tiempo es fundamental porque el corazón se va deteriorando con la falta de irrigación de sangre y entre más minutos pasen va a ser más difícil recuperarlo, esto sin contar que el cerebro empieza a tener daño a los 4 ó 6 minutos de falta de irrigación y a los 10 el detrimento es irreversible.
Por eso, en estos casos se necesita recibir una ayuda rápida y eficiente, ya que es un factor crucial para evitar que existan secuelas de algún tipo.
De ahí, la importancia que todas las personas conozcan maniobras de resucitación cardiopulmonar, para darle la oportunidad a que el corazón del individuo que no tenía enfermedad terminal pueda volver a latir.
Ante un caso de muerte súbita, la mejor opción es el uso de un desfibrilador que, junto con las maniobras de resucitación, ayuda a restaurar el ritmo ordenado del corazón, el cual necesita de una descarga eléctrica para retomar su ritmo habitual y permitir que vuelva a circular la sangre normalmente.
De acuerdo con el Dr. Martín Lombardero, coordinador general del evento: “Desde hace muchos años tengo la sensación que la única forma de salvar una vida es actuando rápido y con un desfibrilador cerca, se tienen 10 minutos para lograrlo, los cuales no son suficientes para la llegada de un equipo de emergencia cuando hay que salvar una vida”.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se producen diariamente 4 muertes súbitas por día, la mayoría de ellas ocurren fuera de algún tipo de plantel médico, por lo que el paciente que llega a la ambulancia y no ha sido atendido por la población está prácticamente muerto, la posibilidad de que pueda sobrevivir a que llegue el servicio de salud sin antes haber recibido ayuda es casi nula.
De acuerdo con lo anterior, atender emergencias como estas que ocurren en la vía pública o en otros lugares ajenos al hospital necesita del apoyo de todos, las personas sin ser médicos pueden tener conciencia de la situación y actuar bajo el tiempo justo que se tiene hasta la llegada del equipo de emergencias.
No hace falta ser médico para salvar una vida
Las estadísticas confirman que si el desfibrilador llega en los 6 ó 7 minutos la persona cuenta con el 20% de sobrevida y si llega antes de los 4 minutos aumenta a un 30%; una cuestión que se convierte de interés público, pues si la comunidad conoce las maniobras básicas de resucitación y además insiste para que los lugares públicos cuenten con desfibriladores, el pronóstico podría cambiar a favor de la vida del paciente en riesgo.
A razón de esto, Philips presenta su Desfibrilador Heart Start On Site, el cual puede ser maniobrado fácilmente por la comunidad; la persona que lo va a utilizar requiere un entrenamiento mínimo, en pocas palabras: solo necesita encenderlo, conectarlo al paciente, escuchar las instrucciones que dicta, seguirlas y oprimir el botón que enviará la carga eléctrica que necesita el corazón para recobrar su ritmo natural.
Así se demostró en el evento, donde desde estudiantes de colegio hasta adultos practicaron como manipular el Desfibrilador, para poder socorrer a alguien ante un episodio de muerte súbita. “El compromiso de Philips es poder expandir este conocimiento para que la gente pierda el temor a hacer la resucitación cardiopulmonar y a utilizar el Desfibrilador, la idea es mantener a la persona con vida en el transcurso de tiempo que tarda en llegar el equipo médico, porque allí el tiempo si es oro y si pasan 3 ó 4 minutos los órganos nobles pierden irrigación y esto es irreversible”, sostuvo Mabel Vaccaro, Gerente para South Latam en Monitoreo y Desfibrilación Philips.
El Desfibrilador Heart Start On Site es un equipo confiable, pequeño y portátil, diseñado para su uso tanto en lugares de alta afluencia de personas como en hogares, ya que por su avanzada y amigable tecnología es fácil de operar para la mayoría de personas.
Así, que el panorama ideal para poder ayudar eficientemente ante un caso de muerte súbita es lograr una sinergia de esfuerzos donde todos sean consientes de los riesgos cardiovasculares, reconozcan los síntomas ante una falla cardiaca y pierdan el miedo a utilizar el desfibrilador, el cual debe estar disponible en los lugares públicos al alcance de todos.