De acuerdo con una investigación de Frost & Sullivan, el mercado de las tecnologías aplicadas al sector de la salud en Europa cruzó la marca de los 5 mil millones en 2007, y está creciendo más del 10 por ciento cada año, convirtiéndose así en uno de los desarrollos más rápidos entre todas las industrias.
En América Latina se estima que el mercado de IT tiene un tamaño menor a 100 millones de dólares anuales.
Si bien comparativamente esta cifra puede ser considerada baja, se calcula que el mercado regional tendrá, entre 2007 y 2012, un crecimiento compuesto anual del 24 por ciento.
El promedio de la inversión en tecnología de una organización de salud en Europa oscila entre el 1 y el 2 por ciento de su presupuesto anual.
Este porcentaje es ínfimo en comparación con el 10 y hasta el 15 por ciento que le dedican las compañías bancarias, las de seguros, o las industrias de telecomunicaciones.
De acuerdo con la Comisión Europea, para el año 2010, hasta un 5 por ciento de los presupuestos que cada país otorga a la salud se invertirán en servicios y sistemas informáticos.
A pesar de estas tendencias, es un hecho ampliamente documentado que la industria de la salud es lenta en la adopción de tecnologías y está aún muy por detrás de otras industrias, como la de servicios financieros y las telecomunicaciones advierte Konstantinos Nikolopoulos, Analista de Industria de Frost & Sullivan.
La industria de la salud sigue dependiendo en gran medida del papel y de procesos manuales, y esta falta de automatización es vista como uno de los principales motivos de la creciente ineficiencia y los problemas de calidad en los servicios ofrecidos.
En comparación con otras regiones económicamente desarrolladas, América Latina presenta dos obstáculos importantes que, en general, limitan la adopción de sistemas informáticos para la salud: la falta de legislación y los bajos costos de los insumos.
Por un lado, es necesaria una regulación referente al manejo de información hospitalaria, que contemple desde una simple firma médica electrónica, o la historia clínica del paciente, hasta la administración de recursos de los hospitales.
Por otro lado, los bajos costos relativos de los insumos, principalmente relacionados con las áreas de imagenología, desalientan a las instituciones de salud a adoptar sistemas de información hospitalaria con el fin de reducir sus costos explica Javier Iribarne, analista de investigación de Frost & Sullivan.
La aplicación de sistemas informáticos en hospitales y clínicas parece ser la tendencia en las regiones desarrolladas, que en la actualidad están adoptando un sistema integrado vertical y horizontalmente, que abarca tanto las funciones administrativas como las necesidades médicas, abierto a futuras modificaciones.
El objetivo es no sólo la reducción de costos, sino también la mejora general de la provisión de los servicios médicos agrega Iribarne.
América Latina, en general, está lejos de adoptar soluciones tecnológicas integrales para sus sistemas de salud.
Aunque existen algunos casos de clínicas privadas que implementan este tipo de tecnología en su modo de trabajo habitual, estas tampoco presentan un gran nivel de integración entre sus diversas funciones administrativas y clínicas.
El lugar diferencial para que la tecnología se instale en el ámbito de la salud está en el sector público.
Gran parte de la población de la región depende de sistemas de salud públicos y estos muestran un proceso de adopción de tecnologías muy lento.
El escenario es poco optimista: los gobiernos deberán superar el atraso actual en la infraestructura y para ello se necesitará de una gran inversión para que de diez a quince años se pueda vislumbrar en el sector una adopción parcial de soluciones informáticas.
Dependiendo de los recursos financieros, las entidades privadas podrían tardar entre cinco y diez años en empezar a implementar soluciones tecnológicas en su negocio.
Se calcula que con la aplicación de soluciones informáticas se reducirían aproximadamente entre el 20 y el 30 por ciento de los costos directos de la industria, dependiendo de la integración de tales soluciones.
Aunque el panorama en los sectores público y privado no es alentador, ciertas patologías, exámenes y tratamientos, hoy requieren de la última tecnología del mercado, y la tendencia es volcarse hacia ésta.
Es por ello que actualmente se están buscando caminos alternativos para permitir el acceso a estas tecnologías incurriendo en los mínimos costos posibles.
Se pueden observar cada vez con mayor frecuencia diversos modelos de negocio como: la implementación de programas de leasing, el arrendamiento o pago por examen en las áreas de imagenología.
Incluso es frecuente encontrar casos de tercerización de diversos servicios, tanto en el sector público como privado, lo cual reduce los costos de atención y permite a los centros de salud brindar un mejor servicio a la población.