Tanto Brasil como México también eligieron el desafío, igual que Argentina, de generar su propio desarrollo en la fabricación de equipos de diagnósticos por imagen. Hace ya más de una década, una de las empresas nacionales, Gran Buenos Aires Rayos X S. A (GBA), apostó a combinar el producto fabricado en el país con la tecnología importada de Europa.
En los años 90, por la facilidad que brindaba en la compra la paridad con el dólar y, además, el surgimiento y desarrollo constante de equipos computarizados que ofrecía Europa, se resolvió traer la tecnología del exterior, recuerda Gustavo D Amore, de la empresa Gran Buenos Aires Rayos X.
Otras empresas, en cambio, decidieron desarrollar su propia tecnología. Sin embargo, la fabricación nacional necesito de mucho tiempo, pero es lógico explica D Amore-, porque el mercado para este tipo de tecnología es muy acotado. Y al tener ventas tan limitadas, no es posible realizar correcciones a los productos en tiempos cortos. Esta es una limitación que tiene el país para determinados desarrollos. Y que fue un factor decisivo para que la empresa decidiera traer de Europa la tecnología. Por eso, GBA, afortunadamente, a los dos años ya estaba ofreciendo en el mercado nacional y latinoamericano, equipos seguros, de alta confiabilidad, con tecnología europea y precios relativamente accesibles en comparación al material extranjero.
Y continua: Si bien los productos son europeos, no se trata de la tecnología de última generación. La razón es simple: muy costoso. Pero los equipos de generadores que se utilizan, todavía se consumen y emplean en Europa. Equipos que brindan alivio y algo más…
GBA ofrece equipos que puedan facilitar la comodidad del profesional para operar su actividad y además la máxima resolución en el diagnóstico. Sin embargo, no se olvida del paciente.
Para que la imagen de la mamografía sea buena, las mamas tienen que estar bien comprimidas. Esto provoca un dolor algo intenso en el paciente. Nuestro mamógrafo regula la fuerza de la comprensión. Es decir, ni bien se termina de realizar el disparo radiográfico se descomprime automáticamente.
Entonces, el alivio es inmediato. En sí, la comprensión existe, la placa fue bien hecha pero el paciente no padeció más de lo que era necesario, explica Gustavo D Amore.
Cuanto más cómodo resulte los estudios para el paciente, más fácil será trabajar para el profesional, menor o ninguna serán las repeticiones que hubiera que hacer, y mayor la resolución de la imagen.
Pequeñas matrices
En este momento, se trata de digitalizar todos los estudios.
Pasar la imagen de la placa a una imagen electrónica. El inconveniente es que un gran sector de profesionales sólo están acostumbrado a ver imágenes electrónicas de tomografía, resonancia y ecografía porque son sistema que ya se han generado electrónicamente. La mayoría de los médicos no están habituados a observar y estudiar una imagen radiográfica digital y, además, muy pocos tienen computadora en su consultorio.
Sin embargo, otros problemas se presentan, principalmente, en los mamógrafos. Son aparatos que trabajan con valores de resolución muy altos frente a esas matrices electrónicas.
Es decir, no tienen una información equivalente a la placa. Es la gran limitación que tiene la radiografía digital. No obstante, aunque de la mamografía digital se habla mucho, no está aceptada todavía en el ámbito de la salud porque no llega a tener la resolución adecuada para desechar la placa mamográfica convencional.
Hay que tener en cuenta que la mamografía analiza un tejido muy sutil en búsqueda de una patología muy pequeñas: microcalcificaciones. La mínima unidad que forma la imagen se denomina píxel. El tamaño de ese píxel básicamente otorga el grado de resolución.
En mamografía, hoy en día, la digitalización por su cantidad de píxel, sólo permite distinguir una mancha que no otorga la información de su gravedad. Entonces, como no es posible por el momento digitalizar la imagen, los equipos aceptan un censor que permite realizar una imagen digital, equivalente a la placa, sólo sobre una zona de duda.
Se realiza una placa convencional para analizar toda la mama y, si se llegase a descubrir una mancha, hay un censor adecuado que se instala en los equipo que permite hacer una imagen digitalizada del sector implicado, con una alta resolución equivalente a la placa, dice el experto.
Los equipos digitalizados se amortizan con el tiempo
En Europa, para reducir costos, digitalizaron la radiología. De esta manera economizaron sobre el material de plata que lleva las placas. El Estado europeo subsidio un 30 por ciento de la inversión. Entonces, en un año, se pudieron colocar 200 sistemas de radiología digital. Argentina tiene todavía el nomenclador anclado en el año 1991, ni siquiera están actualizados los valores de la radiología convencional. El rubro diagnóstico por imagen está muy castigado, apunta Gustavo D Amore.
La tecnología superior brinda muchos beneficios: irradia menos al paciente, no gasta en placas y le provee una información más precisa al médico.
La otra posibilidad que existe, en radiología digital, es una tecnología que representan GBA aunado con la empresa Cannon de EE.UU., es un censor no usa insumos ni chasis como los demás equipos- que tiene una ventaja adicional: la operatividad, se hace un disparo y revela una imagen inmediata en un tiempo record, explica Gustavo.
Estas máquinas producen más servicio y aumenta la productividad.
Equivale a 3 salas de rayos convencionales. Se aligera increíblemente la atención del paciente y asegura el incremento del servicio. No es necesario esperar el revelado ni perder tiempo en subsanar las equivocaciones del procedimiento, otro disparo enmienda el error.
El tiempo ahorrado es muchísimo. Una sala con este sistema de radiología digital reemplaza a 3 sala de radiología convencional y dos de radiología digital con chasis de fósforo.
Estos son algunos de los avances que se han hecho en el campo de la radiología. Y que ya están funcionando.
Por Sandra Barreto